Que sí, porque es urgente y necesario reducir nuestro consumo de carne y lácteos. Estas nuevas formas de concebir la alimentación son controvertidas, la realidad es que a menudo difieren de la idea que se cree de ellas. Las grasas animales a pesar de su origen, no deben considerarse como grasas malas; ni completamente distintas a las de.